lunes, 29 de enero de 2018

ESTE AÑO ES DECLARADO AÑO AGRADABLE DE DIOS.

ESTE AÑO ES DECLARADO AÑO AGRADABLE DE DIOS.
EL AÑO AGRADABLE Y EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR ES SALVACIÓN PARA TODA LA HUMANIDAD.
¿CUÁNTOS LO CREEN ASÍ? OREMOS ENTONCES.
Lucas 4: 14-30.
4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
4:15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
4:18   El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
4:19  A predicar el año agradable del Señor.
4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
4:23 Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
4:24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
4:25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
4:26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
4:27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
4:28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
4:29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
4:30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
I  INTRODUCCIÓN.
Empieza el nuevo año y Por lo general se piensa en las metas y sueños personales: en el trabajo, en la familia, en los viajes, en la nueva casa, en el carro, en los negocios aplazados, en un nuevo noviazgo o en un compromiso formal. Quizás unos pocos estén pensando en la iglesia, en dedicar más tiempo al ministerio, en ayudar a los necesitados o en consagrarse más a Dios. Si algo debería caracterizar el año agradable del Señor es precisamente esto último.
“Encomienda a Jehová tu camino, confía en él; y él hará”. Salmos 37:5.
Piensa en los nuevos propósitos y encomienda tu vida al Señor, deja que Él sea quien dirija tus pasos, ¿quién más sabe lo que es mejor para nosotros?
CUATRO ASPECTOS IMPORTANTES DEL PASAJE BIBLICO.
EL AUTOR, EL MENSAJE, EL MENSAJERO Y LA ACTITUD DE LOS RECEPTORES DEL MENSAJE.
1.     EL AUTOR. LUCAS.
Es considerado por la tradición cristiana el autor del Evangelio según san Lucas y de los Hechos de los Apóstoles. Fue discípulo de Pablo de Tarso. Médico, historiador y evangelista.
En el libro de los hechos podemos ver la precisión con que narra la vida de Jesús.
1:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
1:3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Lucas nos narra desde  su origen genealógico, el nacimiento, su Ministerio, la búsqueda de sus seguidores y discípulos, los Milagros, enseñanzas, Pasión, Muerte, Resurrección. Finaliza con la historia ocurrida a los seguidores en el camino a Emaús, la aparición a los discípulos y la Ascensión.
2.     EL MENSAJE.
Jesús dijo: “El Espíritu de Dios está sobre mí”. Él vivió en sujeción a su Padre. Y porque Él escogió someterse, Dios le dio autoridad. Este es el principio para usted y para mí para la vida diaria. Nunca tendremos autoridad y poder hasta que no estemos dispuestos a estar bajo autoridad. La autoridad no se desarrolla por sí misma. Siempre proviene de una fuente más alta de poder.
Pero para recibir poder y autoridad, hay que llenarnos de" Humildad” Y "Mansedumbre" ¿Sería eso una descripción de usted mismo? Pídale a Dios que le ayude a tener la actitud de su Hijo.
Los capítulos 4 y 5 de Marcos nos dan una maravillosa ilustración de todas las cosas que Dios ha puesto bajo la autoridad del Señor Jesucristo. Encontramos a Cristo calmando la tormenta (Marcos 4:35-41), lo cual nos dice que Jesús es el Señor sobre los desastres; lo vemos sanando a un hombre endemoniado (Marcos 5:1-20), lo cual significa que tiene autoridad sobre los demonios. Luego Jesús sana a una mujer que por doce años había padecido de un flujo de sangre (Marcos 5:24-34), así que aún las enfermedades están bajo su dominio. La ilustración final en estos capítulos sobre la autoridad de Jesús, es cuando resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:38-43). Sobre lo que quiera que sea: desastres, demonios, enfermedades y aún la muerte, ¡Jesucristo es Señor! y Soberano y nada lo toma por sorpresa.
Lucas nos propone en la enseñanza de hoy tres o cuatro cualidades que hacen que un año resulte verdaderamente agradable.
El texto de Lucas 4:18-19 es una combinación de Is 61,1-2 y Is 58,6. Los pasajes son: Is 61,1a.b.d; 61,2a.  Lucas omite Is 61,1c: “a vendar a los corazones rotos”, y también Is 61,2b-3a: “para anunciar un día de venganza, para consolar a todos los que lloran, para darles a los afligidos de Sión gloria en lugar de ceniza”.  Y añade Is 58,6, que se encuentra en un pasaje que describe el verdadero ayuno que Jehová desea, referido a la liberación de los que estaban cargados de deudas.
Así que la finalidad de ese don del Espíritu para quienes Jesús pronunció aquellas palabras en la sinagoga judía y para nosotros hoy, es la misma: beneficiar a los desgraciados por causas económicas, físicas y sociales. Ahí empieza todo. No es tener el Espíritu Santo de manera egoísta, para mis intereses personales únicamente. Más bien, el Espíritu Santo desea que no solo yo, sino otros, tengan un año agradable también. Si comprendemos eso, entonces veremos que nuestro egoísmo no le está haciendo bien a nadie, en especial a la iglesia del Señor.
La primera cualidad en la que debemos pensar si este año que transcurre hacia su final fue realmente agradable al Señor; y más aún, si nos hemos de proyectar bien para el siguiente, es considerar:
1.     Que el Espíritu es enviado a Jesús y a nosotros los creyentes para dar buenas noticias a los pobres.
La alusión de dar buenas nuevas a los pobres no es solamente la de proclamar el mensaje de salvación. Esto está implícito en las buenas noticias que Jesús se propone predicar desde allí en adelante, y que debe ser parte de nuestra misión con los incrédulos.
El mensaje central de Lucas, tomado de Isaías, es en realidad dar buenas noticias a los pobres en el sentido de ayudar al desamparado, de proveer para sus necesidades, de cuidar de ellos. Lucas intensifica este mensaje universalista en los versículos 25-27. El mensaje y la ayuda material incluía personas de todas las naciones como la viuda de Sarepta, en Sidón; o como el leproso Naamán, el sirio. Además de cubrir una necesidad espiritual, Dios se había propuesto suplir otras necesidades: dar de comer a una viuda y sanar a un enfermo. Ellos recibirían, con lo material, la salvación espiritual. Ese es el plan de Jesús cuando anuncia que ha sido enviado a dar buenas noticias a los pobres.
A veces, este aspecto del ministerio de Jesús parece cumplirse en Lc 13,10-17 (la mujer encorvada desde hacía 18 años estaba atada por Satanás, encarcelada). Pero resulta mucho mejor considerar la alusión de Lc 4,18-19 como una referencia a los que están encarcelados a causa de las deudas. Jesús se dirigía a los presuntos responsables de estos encarcelamientos en Lc 6,35.37. Aquí aparece la imagen del jubileo bíblico. Cada cincuenta años, los campos se dejaban en barbecho, las personas regresaban a sus casas, las deudas eran canceladas y los esclavos liberados.
Ahora bien, quisiera preguntar: ¿cuáles son esas deudas que debes perdonar este año o el que viene? Todavía alcanzas a terminar un año de manera agradable al Señor. ¿Hay alguien que te deba algo −puede ser algo físico, emocional o espiritual− y por alguna razón no ha podido pagarte? ¿Estarías dispuesto a perdonarle esa deuda o darle un plazo bastante conveniente?  Otros, tal vez, necesitan salir de una mala racha económica: no tienen trabajo, están sin dinero, sin comida, pensativos sobre el futuro, ¿estás haciendo algo por ellos?
2.     Que el Espíritu es enviado a Jesús y a nosotros los creyentes para liberar a los encarcelados y dar vista a los ciegos.
A veces, este aspecto del ministerio de Jesús parece cumplirse en Lc 13,10-17 (la mujer encorvada desde hacía 18 años estaba atada por Satanás, encarcelada). Pero resulta mucho mejor considerar la alusión de Lc 4,18-19 como una referencia a los que están encarcelados a causa de las deudas. Jesús se dirigía a los presuntos responsables de estos encarcelamientos en Lc 6,35.37. Aquí aparece la imagen del jubileo bíblico. Cada cincuenta años, los campos se dejaban en barbecho, las personas regresaban a sus casas, las deudas eran canceladas y los esclavos liberados.
¿Hay alguien que ha pecado contra ti y le estás guardando rencor de manera indefinida? ¿Quisieras perdonarle como Dios te perdonó a ti? ¿Sabes de alguien que esté “atado” por una enfermedad física, a quien no has visitado y por quien no has orado mucho para que el Señor lo libere de esa esclavitud? ¿Eres comprensivo con tus padres, ancianos quizás (si los tienes), en su enfermedad? ¿Los llamas a menudo, visita y los ayuda económicamente? ¿Los liberas de esa deuda con la enfermedad, con su economía maltratada, o con su soledad? O te da igual.  ¿Y qué me dices de aquellos que necesitan un consejo, pero estás demasiado ocupado para escucharlos? (los ciegos que necesitan la vista). Podrías liberarlos emocionalmente pero no tienes tiempo, ¡hay mucho que hacer, quizás mañana! El año agradable del Señor también los incluye a ellos.
3.     Que el Espíritu es enviado a Jesús y a nosotros los creyentes para liberar a los oprimidos.
En sentido figurado significa “romper”, “oprimir espiritualmente”. Quizás referido también a los oprimidos por las deudas y el encarcelamiento. Era común que quienes debían dinero se iban a la cárcel hasta que pagaran todo con años de prisión. El término también incluye a los oprimidos o quebrantados por las calamidades, por circunstancias adversas. Aquí caben todos los que sufren distintos dolores en la vida: las angustias, las tristezas, las depresiones, los desalientos, el rechazo, el menosprecio de otros, las humillaciones, los que están “destrozados, rotos espiritual y emocionalmente”, aquellos que son agobiados por las injusticias sociales.
EL AÑO AGRADABLE O DE GRACIA.
A proclamar el año agradable (o de gracia) del Señor. – En el contexto de Isaías 61:1-2, parece hacer referencia al año del jubileo que ocurría cada 50 años. En ese año todos los esclavos hebreos que pudieron haber sido esclavizados por deudas fueron puestos en libertad. La tierra que había sido vendida a otro volvió a su dueño original (Levítico 25:8-13). La profecía de Isaías describe exactamente para lo que Jesús vino, para liberar a los cautivos.
Cuando pensamos en este pasaje nos damos cuenta de que como seguidores del Mesías que tenemos que decirle a otros acerca de Jesús, y al hacerlo, nosotros también estamos declarando que “ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación.” (2 Corintios 6:2) 6:2 Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

El año agradable del Señor es cuando somos restaurados y puestos en libertad. Es el año en que aceptamos a Jesús como nuestro Mesías y reconocen la necesidad de un Salvador y la aceptación de que vamos a servirle, alabarle, adorarle, honrarle, buscarle y obedecerle por el resto de nuestra vida.
Tenemos las maravillosas “Buenas Nuevas.” Vamos a decirles a todos los que conocemos. Fue la comisión de Jesús a Sus discípulos y como creyentes es nuestra comisión también.
3.EL MENSAJERO.
“Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque Yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29).
“Y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:8-9).
“Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11).
¿QUIÉN ES JESÚS EL MENSAJERO?
A) Colosenses 2:3: “[Cristo] en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

B) Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 1 Juan 4:9.

C) Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos. Romanos 1:4.

D)   Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:17.

    E) Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9.

 F) Juan 17:1-10. 1.Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, 2por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. 3Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. 5Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. 6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.7Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti; 8porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste.
1. JESÚS ES DIOS.
Juan escribió sobre Él: "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Él creó el mundo y todo lo que en él existe (Juan 1:3). Los líderes religiosos de su época entendieron que Jesús alegaba ser Dios (Juan 5:17-18). Pablo escribió que cuando Jesús murió, el Padre le reveló a todo el mundo que Él era Dios (Filipenses 2:5-11).
3.     JESÚS ES EL HIJO DE DIOS.
Según la Biblia, "Hijo de Dios" significa: (1) que Él es plenamente Dios. (2) que Él es una de las tres personas que componen al Único Dios. Este concepto se denomina la "Trinidad".
Hechos 3: 3:17-26. Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.
3:18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer.
3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
3:20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
3:21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
3:22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable;
3:23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.
3:24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días.
3:25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
3:26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
JESUCRISTO ES DIOS. ÉL VINO DEL CIELO.
EL ROL QUE VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD DE SU PADRE.
DICE JESÚS: VINE A HACER SU VOLUNTAD.
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” - Juan 6:38.
4.     LA ACTITUD DE LOS RECEPTORES DEL MENSAJE.
Lucas 4: 4:28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
4:29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
4:30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
Los líderes religiosos de la época de Jesús entendían bien lo que Jesús les decía: "Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo le decían quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios" (Juan 5:18).
UNA CONCLUSIÓN CON ESTA HISTORIA.
VALÍA LA PENA.
Por el Hermano Pablo.
Cuando trajeron al joven soldado a la sala de cirugía, el doctor Kenneth Swan movió la cabeza. Dudaba sinceramente que valiera la pena tratar de salvarle la vida. Tenía ambas piernas destrozadas. El pecho lo tenía hundido. Había perdido un ojo, y el otro estaba mal herido. «Si vive —pensó el médico—, será infeliz toda su vida.» ¿Valdrá la pena operarlo? Sin embargo, lo operó.
Veintitrés años después se encontraron el doctor Swan y Kenneth McGarity, el joven que había sido herido en el campo de batalla. Sucedió en Fort Benning, Georgia, cuando el gobierno le otorgaba cuatro condecoraciones al veterano de Vietnam.
El médico y el veterano se dieron la mano. McGarity estaba lisiado y, además, ciego. Pero había cursado estudios de universidad, se había casado, tenía dos hijos y tocaba magistralmente el piano. Kenneth McGarity era un hombre entero, feliz y útil a la sociedad. «He aprendido una gran lección —dijo el doctor Kenneth Swan—. Nunca debo dudar de la validez de una operación.»
Este caso tiene dos capítulos. El primero fue la explosión de una bomba que destrozó a Kenneth McGarity en la guerra de Vietnam, y el médico que lo operó porque algo, como quiera, había que hacer. El segundo capítulo tuvo lugar veintitrés años después, cuando el médico pudo contemplar el valor de su decisión.
¿Valía la pena hacer todo lo posible por poner en orden el cuerpo destrozado de ese joven? ¡Seguro que sí! Hubo que amputarle ambas piernas. Hubo que extraerle los dos ojos. Hubo que coserlo por todas partes, y reacondicionar pecho, rostro, brazos y manos. Pero valió la pena. Tras veintitrés años de lucha tenaz, Kenneth McGarity llegó a ser un hombre completo y feliz.
¿Qué tal si damos rienda suelta a la imaginación? Un día Dios el Padre y Jesucristo su Hijo conversaban acerca del hombre, que había caído en las garras de Satanás y estaba totalmente destrozado por el pecado. El Padre preguntó: «¿Vale la pena salvar a este despreciable ser humano?» Y el Hijo respondió: «Sí, vale la pena. Tengo esperanza en él. Daré mi vida por él, y con mi sacrificio lo regeneraré y transformaré.» Así pudo haber transcurrido la conversación.
Lo que sabemos sin tener que imaginárnoslo es que Cristo vino a este mundo. Murió en la cruz del Calvario, y resucitó para confirmar el valor de ese sacrificio. A los ojos de Dios, todos somos de inmenso valor. Por eso entregó Dios a su Hijo. Y es por ese sacrificio que nosotros podemos gozar de una vida plena, abundante y digna. A eso la Biblia lo llama salvación, Amor, Rescate, Ayuda.
LIBERTAD A LOS CAUTIVOS.
¿De qué estamos cautivos?¿De las excusas, de los vicios, de la ira, de la pereza, de las deudas, de las mentiras, de problemas en el trabajo o en la casa, de tropezar siempre con la misma piedra, de la opresión?
Seremos verdaderamente libres, si permitimos al SEÑOR JESUS, hacer su obra en nosotros, ¿Cómo? Permaneciendo en su palabra, conoceremos la verdad y esta nos hará libres de cualquier esclavitud, y del pecado. Jn. 8. 31-38. Trayendo VISTA A LOS CIEGOS. Pues a veces no vemos, o no queremos ver. No vemos a Dios a nuestro lado, que nos cuida y nos da todas las cosas. No vemos a los que están más cerca, a los que amamos, y que también nos aman (Descargar y ver el estudio: Padres, hijos hermanos,) vivimos al lado de ellos y no valoramos y agradecemos su presencia, a veces solo nos soportamos.
Hermanos, en Cristo Dios nos ha dado: LA SALVACION.





viernes, 26 de enero de 2018

¿SABE USTED QUE ES VERDADERA PAZ?

¿SABE USTED QUE ES VERDADERA PAZ?
PAZ DE DIOS.
CVC La Voz. Hay una historia muy conocida que cuenta que una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera, en una pintura, dibujar la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio del rey. El gran día había llegado.
El rey observo y admiró todas las pinturas, pero solo hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo, cual un espejo perfecto, donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban.
Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas.
Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.
Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido.
El pueblo entero se preguntaba que cuadro elegiría el rey.
El sabio rey escogió la segunda, y explicó a la gente la razón de su elección:
“Porque,” explicaba el rey, “Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.”
No importa las pruebas que estés atravesando ni cuán alto suenen los truenos alrededor tuyo, lo oscuras que sean las nubes o si los relámpagos de la tormenta te ciegan. Di como el salmista: “¿Por qué te abates, oh alma mía... espera en Dios; porque aún he de alabarle.” Salmos 42:5.
Recuerda que nuestro gozo y paz no dependen de las circunstancias. Nuestra mirada debe estar puesta en Dios, quien hace posible lo imposible y que hace que todas las circunstancias, sin importar lo adversas que parezcan, obren a nuestro favor.
Refúgiate en Dios y permite que su paz inunde tu corazón.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:7 CVC La Voz.
Autora. Ana María Frege Issa.
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viernes, 19 de enero de 2018

LA VIDA DE UN HOMBRE LLAMADO MOISÉS, AL SERVICIO DEL HOMBRE.

LA VIDA DE UN HOMBRE LLAMADO MOISÉS AL SERVICIO DE DIOS.
Las profecías de Jacob; la muerte de Jacob y de José; los hebreos son oprimidos en Egipto.
Después de la muerte de José, el privilegio que los israelitas tenían gradualmente desapareció. «Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José» (Éxodo 1:8), quien pensó no tener ninguna obligación con los descendientes de José. Este rey tenía miedo del gran número de israelitas, y les dijo a sus administradores: « . . . el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. . . . (Y) acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas . . . Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel» (Éxodo 1:9-12). La palabra «temían» expresa una mezcla de odio y temor.
Desesperado por una respuesta a su dilema « . . . habló el rey de Egipto a las parteras hebreas (sobre los partos) . . . si es (un) hijo, matadlo» (Éxodo 1:15-16). Un tiempo después de este horrible edicto, «un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví; la que concibió, y dio a luz un hijo (Moisés) . . . (y) le tuvo escondido tres meses» (2:1-2). Pero entonces, por miedo de ser descubierta, « . . . tomó una arquilla . . . y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río» (Éxodo 2:3).
Sin el cruel edicto del Faraón, Moisés nunca hubiese sido rescatado por la hija del Faraón, ni hubiese participado de todas las ventajas del mayor imperio mundial de aquel entonces. Dios estaba preparando a Moisés para llevar a los israelitas otra vez a la tierra prometida.
Nosotros también nos enfrentamos a sufrimientos, donde parece que estamos bajo el control de situaciones donde estamos sin poder, tal y como los israelitas. Puede que usted esté en una situación donde la muerte de una persona querida le ha dejado sin padres o sin cónyuge. Usted puede sentirse derrotado después de separarse su familia, o aún por recibir una diagnosis de muerte de su doctor. Todos nosotros tendremos que enfrentar muchos sufrimientos improvistos.
Cada creyente puede decir con el apóstol Pablo: «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir . . . ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios» (Romanos 8:38-39).
El Dios Todo-suficiente no muestra parcialidad.
La vida de Moisés como niño; su viaje a Madián; la zarza que no se quemaba; su llamamiento a rescatar la nación de Israel; su regreso a Egipto.
Moisés, el hijo de un esclavo israelita, se gozaba del lujo de los palacios de los egipcios. «En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena» (Éxodo 2:11-12).
Moisés tenía 40 años de edad cuando mató al cruel egipcio. Esto fue su derecho legal, pues él era de la casa real de Egipto, y posiblemente el segundo en mando después del Faraón en la administración de la ley. Moisés estaba en la primavera de su vida, y de un punto de vista humano, hubiese sido el ideal tiempo para que Dios lo usara para rescatar a Su pueblo de sus sufrimientos.
Pero Moisés huyó de Egipto. Esto continuó por 40 años de soledad en el desierto como pastor de ovejas. Le pareció a Moisés como 40 años perdidos, sin hacer nada de importancia. Pero, con el Señor, tal tiempo nunca es de pérdida. Fue en el desierto que el Señor se le apareció y le dijo: «No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es» (3:5). Moisés nunca hubiese aprendido lo que es ser humilde, o saber cómo «acercarse» a Dios en los palacios de Egipto. Allá él llegó a ser muy importante y siempre estaba ocupado. Pero estas dos experiencias fueron fundamentales para prepararlo a ser la persona que Dios podía usar para rescatar a Su pueblo de Egipto, y por las jornadas del desierto, y hasta el borde de la tierra prometida.
La sabiduría del mundo nunca nos puede capacitar para hacer las correctas decisiones en la vida. Debemos de ser enseñados por el Espíritu Santo mientras que leemos Su Palabra. Es la unción del Espíritu Santo en nuestras vidas, en lo que hacemos y decimos, que le da mérito al ser. Así, como Moisés, nuestra necesidad más básica es deshacernos de la autosuficiencia. Fue muy necesario para la vida espiritual de Moisés «(apacentar) . . . las ovejas a través del desierto» (3:1), y eliminar su propia voluntad hasta llegar a rendirse a la voluntad de Dios.
El apóstol Pablo, extremamente educado, escribió: «No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, (o tomar decisiones sólo por nuestra sabiduría humana) sino que nuestra competencia proviene de Dios» (II de Corintios 3:5).
Usted es una parte esencial del plan de Dios para alcanzar a otras personas.
LA GRAN PRUEBA DE MOISÉS POR EL PECADO DE SU PUEBLO ISRAEL.
1MAS viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos. 3Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos á Aarón: 4El cual los tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta á Jehová. 6Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y sentóse el pueblo á comer y á beber, y levantáronse á regocijarse. 7Entonces Jehová dijo á Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido: 8Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado á él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz: 10Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma: y a ti yo te pondré sobre gran gente. 11Entonces Moisés oró á la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, á los cuales has jurado por ti mismo, y díjole: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre. 14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo. 15Y Volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas. 16Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 17Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campo. 18Y él respondió: No es eco de algazara de fuertes, ni eco de alaridos de flacos: algazara de cantar oigo yo. 19Y aconteció, que como llegó él al campo, y vió el becerro y las danzas, enardeciósele la ira á Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte. 20Y tomó el becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta reducirlo á polvo, que esparció sobre las aguas, y diólo á beber á los hijos de Israel. 21Y dijo Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? 22Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado á mal. 23Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido. 24Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro. 25Y viendo Moisés que el pueblo estaba despojado, porque Aarón lo había despojado para vergüenza entre sus enemigos, 26Púsose Moisés a la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví. 27Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta a puerta por el campo, y matad cada uno á su hermano, y á su amigo, y a su pariente. 28Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. 29Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado á Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros. 30Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado: más yo subiré ahora á Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. 31Entonces volvió Moisés á Jehová, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 33Y Jehová respondió á Moisés: Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro. 34Ve pues ahora, lleva á este pueblo donde te he dicho: he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado. 35Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.
LA FE DE MOISÉS Y SU TESTIMONIO AL MUNDO.
Los dignos frutos de la fe, de la paciencia, y de la piedad; las advertencias contra la desobediencia; el servicio que agrada a Dios
La historia del pueblo de Dios confirma los muchos que tuvieron que soportar circunstancias hostiles y sufrimientos, pero aún se mantuvieron fieles y pudieron cumplir con la perfecta voluntad de Dios. En la famosa lista de los «héroes de la fe» (Hebreos 11:1-38), Dios nos da un repaso de muchos de ellos. «Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac . . . pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir . . . Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales (de corta duración) del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios» (11:17-26). Los hombres y las mujeres del Antiguo Testamento escritos en esta lista son ejemplos de personas que escogieron obedecer a Dios y vivir piadosamente, sin considerar las consecuencias.
Esto nos recuerda de lo mucho que nuestro Salvador ha dispuesto para nosotros por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros y por medio del conocimiento completo de Su voluntad revelado en Su Palabra escrita. En verdad, «nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante» (12:1). Los corredores que ganan la carrera de la vida ponen «los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios» (12:2). La vida del creyente demanda negarse a sí mismo, la disciplina, y un corazón sincero y lleno de amor para con Dios y para Su Palabra. Estas características distinguen al creyente del desenfreno que se practica en el mundo. Tenemos que decidir por nuestra propia cuenta, por medio de la oración y la lectura de las Escrituras y una examinación personal, si hay algo en nuestras vidas que nos está estorbando que necesita ser eliminado.
«La carrera» de la cual el apóstol Pablo nos escribe es una vida de lealtad y de obediencia. «Y (Jesús) decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lucas 9:23).
DIOS NOS RECUERDA:
«Hijo mío . . . (que) tu corazón guarde Mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán» (Proverbios 3:1-2)
PERO JESUCRISTO ES MAYOR QUE MOISÉS.
1POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión, Cristo Jesús; 2El cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés sobre toda su casa. 3Porque de tanta mayor gloria que Moisés éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la fabricó. 4Porque toda casa es edificada de alguno: más el que crió todas las cosas es Dios. 5Y Moisés á la verdad fue fiel sobre toda su casa, como siervo, para testificar lo que se había de decir; 6Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza. 7Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8No endurezcáis vuestros corazones Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, 9Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10A causa de lo cual me enemisté con esta generación, Y dije: Siempre divagan ellos de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11Juré, pues, en mi ira: No entrarán en mi reposo. 12Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo: 13Antes exhortaos los unos á los otros cada día, entre tanto que se dice Hoy; porque ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado: 14Porque participantes de Cristo somos hechos, con tal que conservemos firme hasta el fin el principio de nuestra confianza; 15Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. 16Porque algunos de los que habían salido de Egipto con Moisés, habiendo oído, provocaron, aunque no todos. 17Mas ¿con cuáles estuvo enojado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron? 19Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.
Hebreos 4:1-13
1TEMAMOS, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado. 2Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe. 3Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo. 4Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos a quienes primero fue anunciado no entraron por causa de desobediencia, 7Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo; como está dicho: Si oyereis su voz hoy, No endurezcáis vuestros corazones. 8Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
El Nuevo Pacto; el perfecto sacrificio de Cristo comparado a los sacrificios temporales que estaban bajo la Ley; una súplica para mantenernos fieles.
El tabernáculo y el sistema de adoración para Israel le fue revelado a Moisés por Dios en el monte Sinaí. Esto consistía de muchos sacrificios, los cuales no podían limpiar a nadie del pecado sino que solamente «cubrían» a los oferentes temporalmente. Sin embargo, cada detalle de este gran sistema de adoración era simbólico del único sacrificio que vendría de Cristo en la cruz. Jesucristo tomó el lugar del sumo sacerdote de Israel, de los sacerdotes, y de todo el sistema del rito sacrificial de la adoración. Dios predijo por medio de Su profeta un Pacto futuro: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré Nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá» (Jeremías 31:31; ver Hebreos 8:6-13).
Bajo el sistema de adoración del Antiguo Pacto, «la sangre de los becerros y de los machos cabríos» (9:12,19), los cuales eran animales inocentes, eran sacrificados diariamente por los pecados de los oferentes. Pero Jesucristo, quien es el Dios hecho Hombre, derramó Su propia sangre y entró una vez y para siempre, no en el Lugar Santísimo terrenal, pues «no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios» (9:24).
El Espíritu Santo guio al escritor de la epístola de Hebreos a señalar aquí que el Antiguo Pacto miraba hacia el futuro «por el más amplio y más perfecto tabernáculo» (9:10-11). La frase el «más perfecto tabernáculo» se refiere a la forma encarnada de Jesús, desde que el contenido del tabernáculo, y el mismo tabernáculo también, simbolizaban a Cristo, como también en Su vida, en Su ministerio, en Su muerte, y en todos los sacrificios del Antiguo Pacto. Los sacrificios de los animales ya no son aceptables porque «estando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por Su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención (para nosotros)» (9:11-12).
La confesión de nuestra fe es una admisión de que hemos renunciado al mundo y a sus deseos y pasiones para mantenernos fieles a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, quien ha hecho tanto por nosotros. «Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8).
Sí, Dios es todo Sabio (Omnisciente), Todopoderoso, y siempre está presente (Omnipresente). ¿Cómo es que podemos temer el futuro?
EL CONCEPTO QUE DIOS TIENE DE MOISÉS.
LOS CAMINOS DE DIOS.
CVC LA VOZ. Éxodo 33:17 “Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre”. (RVR1960)
Este versículo refleja el gran vínculo que existía entre Dios y Moisés, sencillamente parece haber algo especial en la relación entre ellos. Aquí Dios le está diciendo a Moisés; ve tranquilo, no te preocupes, yo voy a hacer todo lo que me has pedido, responderé positivamente a tu pedido e iré contigo. Que maravilloso seria poder escuchar las mismas palabras de parte de nuestro Padre Celestial, cuando nosotros también vamos a emprender algo nuevo en nuestra vida, carrera, ministerio, etc.
Lo que más llama la atención son las razones por las que Dios ha a contestado a Moisés de esta forma tan fascinante y las causas principales no son lo perfecto, apuesto, fiel o buen cristiano que ha sido Moisés, pues todos recordamos muy bien el hombre a quien este le quitó la vida y teniendo en cuenta que era nuestro personaje era un ser humano de carne y hueso, sabemos con toda certeza que tenía defectos y faltas, por lo cual no había nada que pudiese hacer para merecer tales beneficios.
La idea no es rebajar el nombre o prestigio de Moisés, pero para nuestro alivio resulta beneficioso entender que las razones son mucho más sencillas; en realidad no dependía de Moisés sino de Dios, sencillamente Dios le conocía por nombre y Moisés había hallado gracia ante sus ojos.
MOISÉS HALLÓ GRACIA DELANTE DE DIOS.
Pero una segunda pregunta resulta invertible, ¿cómo hizo Moisés para hallar gracia ante el Dios todopoderoso y como dejo de ser uno más del pueblo de Israel para convertirse en el Moisés con quien Dios hablaba como a un amigo?, la respuesta también es muy sencilla y la encontramos en Salmos 103:7 “Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras”. (RVR1960). Moisés a diferencial del pueblo de Israel se preocupó en conocer los caminos de Dios, se preocupo en conocer la voluntad del Padre, sus planes y su corazón, mientras que el pueblo, se ocupada de las leyes, de los mandamientos, lo que tenían que hacer, vestir y decir. Israel no pudo experimentar la relación personal con Dios que disfrutó Moisés, ellos estaban más ocupados en lo que tenían que hacer que en aquel a quien debían conocer.
Hoy en día muchos vamos a la iglesia esperando aprender todas las reglas correctas para agradar a Dios, buscamos las palabras perfectas y los actos dignos de aquellos llamados “Cristianos”, pero nos frustramos al notar que nunca seremos lo suficientemente buenos para lograr esto. Debemos entender que Dios quiere relaciones y no tradiciones, Él desea que conozcamos sus caminos, sus planes y su corazón, Él simplemente no está interesado en religiones, costumbres o sacrificios, sino que nos ha llamado amigos.
Si deseas hallar gracia y disfrutar de una relación real con Dios es necesario que le conozcas, sólo eso hará la diferencia en tu vida. No depende de lo bueno, justo o santo que seas, sino del tiempo que le dediques a escuchar el corazón de tu Padre, a identificar lo que Él ama, busca y anhela. No nos conformemos con una lista de cosas a hacer, dejemos la religiosidad y busquemos un amor genuino como el que tuvo Moisés, aun a pesar de ser un hombre con defectos como los nuestros. CVC LA VOZ.
Salmos 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. (RVR1960)
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CRISTO ES MAYOR QUE LOS ÁNGELES Y MAYOR QUE MOISÉS.
La razón por qué Cristo asumió un cuerpo humano; la superioridad de Cristo a los ángeles y a Moisés; la salvación; Cristo, nuestro Sumo Sacerdote.
Fueron los ángeles los que rescataron a Lot de Sodoma (Génesis 19:1-26); los ángeles también le ministraron a Jesús al terminar Su ayuno de 40 días (Mateo 4:11); y fueron los ángeles los que rescataron a Pedro de la prisión. Pero, aun de más consuelo para nosotros es saber que los ángeles «son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación» (Hebreos 1:14). Pensemos un momento, eso incluye a todos los que son «herederos de la salvación». Aun cuando parece que Satanás ha arruinado nuestras vidas, Dios, quien creó y gobierna el universo, está convirtiendo aun las obras de Satanás y la ira de los hombres para continuar Su suma voluntad en cada una de nuestra vidas.
La importancia de los ángeles no se compara a la superioridad de Cristo. Pero, aún, a pesar de Su superioridad eterna como el Creador de los ángeles, por Su gran amor para con nosotros, Jesús voluntariamente «fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, (a quien ahora vemos) coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía (fue justo) a Aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al Autor de la salvación de ellos. . . . Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía (fue mejor) ser en todo semejante a Sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Sumo Sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo» (2:9-10,16-17).
Consideremos los honores dotados a Moisés quien rescató a Israel de Egipto. Por medio de Moisés la orden levítica completa, el tabernáculo, y el antiguo sistema de adoración fueron instituidos; pero Cristo rescata a todos los que le reciben a Él del castigo de un infierno eterno (Juan 3:16).
«Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en Su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la Palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Pero los que hemos creído entramos en el reposo» (Hebreos 4:1-3).

Cuando Cristo, el Príncipe de Paz gobierne nuestros corazones, entonces es que no vamos a insistir en nuestros propios caminos.

jueves, 18 de enero de 2018

¿ QUÉ SIGNIFICA PARA USTED CORRER RISGOS EN SU VIDA?

¿QUÉ SIGNIFICA PARA USTED CORRER RIESGOS EN SU VIDA?
«Me gusta correr riesgos»
Por el Hermano Pablo.
Helena y su esposo Manuel comenzaron felices su luna de miel. Se fueron a la costa de su país, Portugal. Para Helena, todo era el cumplimiento de una ilusión, la feliz conclusión de todo lo que deseaba. En medio de tal felicidad, Helena y Manuel entraron al mar a bucear.
Helena vio pasar un buque, y nadó debajo del agua hasta casi rozar el casco. Manuel le indicó por señas que se apartara del buque, pero la frase de ella siempre había sido: «Me gusta correr riesgos.» Acto seguido, Helena se hundió bajo la quilla del barco y nunca la hallaron. Tenía veinticinco años de edad.
Su noviazgo con Manuel había sido a la carrera. Y su explicación simplemente era: «Me gusta correr riesgos.» Se casó a los dos meses de haber conocido a Manuel. Al defender su impetuosidad, sólo decía: «Me gusta correr riesgos.» Así llevaba Helena su vida. Todo para ella era riesgos. Tarde o temprano tenía que ocurrirle alguna tragedia.
Es inevitable correr riesgos en esta vida. Algunos hasta sirven para el desarrollo del carácter y de la fe. Nunca arriesgar nada es nunca lograr nada. Pero hay una gran diferencia entre un riesgo y otro. Hay riesgos sanos, así como los hay inútiles. La vida sabia y saludable no está compuesta de azares, de accidentes, de pálpitos y de riesgos. A la vida sabia la rigen la inteligencia, la cordura y la sensatez.
Al mundo mismo lo gobiernan leyes lógicas, sabias y prudentes. Dios, Creador supremo, lo hizo todo con inteligencia, y lo supeditó a ciertas leyes. Desde las partículas atómicas más diminutas hasta el gran cosmos universal que no tiene límite, todo está gobernado por leyes definidas.
De igual forma, Dios no diseñó la vida nuestra para que cada día corramos riesgos. Virtudes morales, como la justicia y la integridad, mezcladas con cualidades mentales, como el entendimiento y la razón, deben ser las que nos guíen a través de esta vida. Y si a la sabiduría y a la moralidad añadimos virtudes espirituales, eso garantiza nuestra supervivencia.
Tal vez la mayor de éstas sea la fe. Cuando ejercitamos la fe —fe en el Señor Jesucristo, fe que nos une a nuestro Creador y nos hace actuar de acuerdo con sus leyes divinas—, nos produce protección, satisfacción y sosiego. No vivamos como esclavos a los riesgos. Sometámonos más bien a la voluntad de Dios. Con Él no hay riesgos sino seguridad. Entreguémonos al señorío de Cristo.
SIN VUELTA ATRÁS.
Siempre están sobre [la tierra] los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. Deuteronomio 11:12.
Ray Stedman, pastor por muchos años, una vez le dijo a su congregación: «En la víspera de Año Nuevo nos damos cuenta, como en ningún otro mejor momento de nuestras vidas, que jamás podremos retroceder el tiempo…, podemos mirar atrás y recordar, pero es imposible volver a ninguna instancia del año que pasó». El pastor Stedman luego hizo referencia a los israelitas cuando estuvieron en el umbral de una nueva oportunidad. Después de cuatro décadas de deambular por el desierto, es probable que la nueva generación se preguntara si tenía la fe y la fortaleza necesarias para poseer la tierra prometida. Su líder, Moisés, les recordó que ellos habían visto «todas las grandes obras que Jehová ha hecho» (Deuteronomio 11:7) y que su destino era la «tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin» (v.12).Puede que en la víspera de Año Nuevo tengamos temor del futuro debido a los acontecimientos del pasado. Pero no tenemos que permanecer encadenados a nuestros viejos recuerdos, porque podemos avanzar con la mente centrada en Dios. Así como el Señor cuidaba de la tierra y de Su pueblo, Sus ojos estarán sobre nosotros también.
Podemos estar seguros que el cuidado fiel del Señor abarcará cada día del nuevo año. Podemos contar con esa promesa.
El «qué» de nuestro futuro lo determina, el «Quién» de la eternidad.
Autores: Editores de Nuestro Pan Diario.
LEA EL ENTORNO Y HAGA UN ANÁLISIS SERIO.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo”. - Efesios 5:15-16
A mi esposa le gusta hacer compras, aunque no siempre puede hacerlas. Cuando compra alimentos, lee todas las etiquetas y se fija en el precio por unidad para determinar cuál conviene adquirir. Pero su mejor costumbre es mirar la fecha de «vencimiento». Ella no toma el primer envase de leche que ve, sino que se lleva el que tiene la fecha más tardía, de modo que pueda traer a casa la más fresca del supermercado.
En cierto modo, nuestra vida está marcada con una fecha de «vencimiento», excepto que nadie sabe exactamente cuándo se nos parará el corazón ni cuando respiraremos por última vez en este planeta. Ante esta realidad, ¿no deberíamos esforzarnos un poquito más por capturar los momentos que se nos han brindado? Capturar el momento significa que haremos cosas como amar más profundamente, perdonar con más rapidez, escuchar más atentamente y hablar de manera más positiva. Pablo nos da este buen consejo: «Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Efesios 5:15-16). También nos instruye, diciendo: «… andad como hijos de luz…, comprobando lo que es agradable al Señor» (vs. 8-10). Como ninguno de nosotros sabe cuál es su fecha de «vencimiento», ¡debemos aprovechar las oportunidades de iluminar hoy nuestro mundo con el amor de Cristo!
Reflexión: Vive cada día como si fuera el último de tu vida.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.
APRENDA A DISCIPLINARSE.
  3. Aprenda a Disciplinar su Voluntad: Sus acciones son importantes, las mismas perjudican o benefician a aquellos que le rodean. No actúe por impulsos o solo por aquello que desea (Pr. 15:19 - 16:9 - 20:25 - 23:4 - 24:10).
¡Mantenga un equilibrio entre ser y hacer. Procure ser mejor cada día!
Examínese para ser más disciplinado:
   - Revise y analice sus prioridades personales, familiares y laborales. Vea si están en conformidad con la Palabra de Dios.
   - Revise sus hábitos de pensamiento. Qué ocupa su mente. Cuánto tiempo invierte en la meditación de la Biblia. Cuántos libros cristianos ha leído.
   - Revise sus hábitos de trabajo: Alguien dijo que disciplina es hacer las cosas correctas en el momento correcto y por la razón correcta. Por ejemplo: Analice, Cómo invierte su tiempo. Es diligente en su trabajo. Se coloca metas y las logra.
   - Revise sus relaciones. Invierta el tiempo suficiente especialmente con su esposa, hijos, suegros, padres, familia, amigos.
RENOVANDO LA CONFIANZA EN DIOS, MIENTRAS ESPERAS.
Mi Desafió: Hoy deseo animarte a confiar y descansar en Dios, esperar en Su Tiempo.
1- Primer paso: No esté Ansioso/a - busque a Dios y así tendrá su Paz.
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Fil. 4:6,7
2- Segundo Paso: Renueve diariamente sus pensamientos- y Dios le guiará por senderos de paz. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros Fil. 4:8,9
3- Tercer Paso: Aprenda a contentarse en la situación que Dios le tiene, aprenda a ser humilde y a disfrutar la vida abundante que Dios le da, aproveche bien su tiempo que es vida, crezca en Dios. "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad". Fil. 4:11,12
4- Cuarto Paso: Fortalézcase en Dios, no dependa de sus fuerzas porque fracasará,  aprenda a estar firme en su convicción de esperar en Dios, espere Su voluntad y Su Tiempo, no se maneje por caprichos, impulsos o deseos. Entregue el Control de su vida a Dios en toda situación. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Fil. 4:13.
NO TOME RIESGOS, LLEVE TODO AL CORAZÓN DE DIOS.
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. - Salmo 62:8
Un empleado que me ayudó mientras yo compraba una pequeña grabadora digital de voz me contó que él tenía una igual cuando trabajaba en otra ciudad. Me contó que «Cuando comenzaba el camino de regreso a casa, después del trabajo, la encendía», y gravaba sobre todo lo que había sucedido ese día, lo bueno y lo malo; cuando entraba el coche al garaje, apretaba el botón para borrar todo. Luego sonrió_ Después de contarle todo a mi grabadora de voz, no tenía necesidad de hablar de los problemas del día con mi esposa, ni con la familia.
DESARROLLANDO EL DOMINIO PROPIO. NO VIVA POR SUS INSTINTOS, NI TOME RIESGOS.
Siempre me han impresionado las artes marciales. Esos expertos, cinturones negros, saben cómo usar aquello que han aprendido para defenderse, sin embargo se contienen de no hacerlo.
Nosotros como cristianos, debemos también disciplinarnos y tener dominio propio para vivir una vida bajo la autoridad de Dios y no nuestros propios instintos, deseos o emociones. Debemos depender de Dios para aprender a refrenar nuestra lengua, nuestro temperamento, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Debemos aprender a vivir bajo el control del Espíritu Santo y permitámosle que Él nos dirija. Esa es la forma más segura de no hacernos daño, ni dañar a otros. Esa es la forma en que Dios puede transformarnos y hacernos cada vez más, a su imagen.
El apóstol nos da su consejo para aplicar esto, sería muy bueno memorizar y aplicar diariamente esta verdad: Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne (Gá. 5:16). Todo creyente tiene la presencia y morada del Espíritu Santo en su interior, es decir poseemos la persona y el poder del Espíritu Santo para vivir una vida agradable a Dios. La palabra “andad” indica una acción que debe ser continua, un andar o un estilo de vida habitual.
Otro consejo del apóstol es el siguiente: porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis (Ro. 8:13). El Espíritu Santo nos da la energía y el poder para considerarnos muertos al pecado de forma continua y gradual, y este es un proceso que nunca termina en la vida. El medio por el cual opera el Espíritu Santo es, nuestra obediencia a los mandatos sencillos de la Escritura.
Debemos recordar que la guía, dependencia, control y ayuda del Espíritu Santo son vitales para que desarrollemos el dominio propio y no vivamos de cualesquier manera.

Autor: C. Swindoll.
AYUDAS PARA EL DOMINIO PROPIO.
Versículo clave para memorizar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Fil 4:13)
Pasaje clave para leer y meditar: (1 Cor. 6:9–20)
Pasos para conseguir dominio propio:
- Empiece haciendo un compromiso con Dios. (Dt. 32:4)
- Sepárese del pecado. (Ro. 6:1–2)
- Ponga nuevas metas. (2 Co. 5:9–10)
- Recuerde quien es usted en Cristo, apóyese y viva en esa verdad. (Ro. 6:6)
- Sustituya sus pensamientos por los de Dios. (Ro. 12:1–2)
- Someta su voluntad a Dios. (Ro. 6:19)
- Procure vivir en el poder de Cristo. (Ro. 5:1–2)
Enfóquese en solucionar y mejorar su relación con Dios:
- Un nuevo Propósito -“Deseo reflejar el carácter de Cristo en lo que veo y hago”. (Ro. 8:29)
- Una nueva Prioridad -“Haré lo que sea para tener una vida y corazón puros”. (Ro. 12:2)
- Un nuevo Plan -“Dependeré del poder de Jesucristo y no de mis fuerzas”. (Fil. 4:13)
Autor: Esperanza para el Corazón.
¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA RIESGO?
¡Es mejor que usted aprenda a tratar el pecado como el pecado lo trataría a usted! El pecado será despiadado con usted, y usted necesita ser despiadado con el pecado. Segunda Timoteo 2:19 manda:
“Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.
 Hebreos 12:1: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, DESPOJÉMONOS de todo peso y del PECADO que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.”
Romanos 6:11: “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Una mujer se despertó una mañana. Sintió que apenas se había acostado a descansar. Se dijo: “¡No pueden ser las seis de la mañana!” No obstante, la radio decía que eran las seis, el reloj decía que eran las seis, el amanecer decía que eran las seis. Ahora bien, la pregunta es: ¿Importaba cómo se sentía ella?
Necesitamos dejar de basar nuestra salvación en los altibajos emocionales y comenzar a considerar los hechos y promesas de Dios para cimentarnos en éstas. Cada mañana al despertar, dígase: “Estoy muerto al pecado. Estoy vivo en Cristo. Sé que es un hecho. Él murió por mí. En eso creo.”
¿AHORA QUE SABE TODO ESTO, SEGUIRÁ TOMANDO RIESGOS?
Busque el significado de la palabra “considerar”. ¿Considera usted que está muerto al pecado y vivo en Cristo?
¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA RIESGO?
Riesgo es una posibilidad de que algo desagradable acontezca. Se asocia generalmente a una decisión que conlleva a una exposición o a un tipo de peligro.
Riesgo es sinónimo de peligro, azar, fortuna, eventualidad y antónimo de seguridad, confianza, certeza.
Las situaciones de riesgo son aquellas decisiones que llevan a situaciones de peligro.
Los factores de riesgo son todas las cosas que hacen aumentar la probabilidad de dañar los puntos más vulnerables de un sistema, ya sea de negocios o de una enfermedad.
Los factores que componen el riesgo son la amenaza y la vulnerabilidad. La capacidad de superar la amenaza y la vulnerabilidad se llama resiliencia.
DIOS NOS ENSEÑA QUE AHORA EN CRISTO NO ES NECESARIO TOMAR RIESGOS, YA QUE ÉL VENCIÓ AL MALIGNO Y ESTAMOS SEGUROS EN SUS MANOS.
Efesios 2:16: “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
Arriba en el cielo está Dios Santo, abajo en la Tierra está el hombre pecador. Y el pecado es el abismo que nos separa. El hombre posee un vacío, por ello constantemente trata de alcanzar a Dios, más él continúa rebotando en la muralla del pecado. Dios, al ver la situación conmovedora del hombre pecador, en su misericordia dijo: “Haré algo.” Dios envió a su Hijo el Señor Jesús, para abrir un camino. Y sobre los toscos troncos de la cruz, Jesús entregó su vida para que usted y yo pudiésemos vivir eternamente y vivir perdonados. Jesús construyó un puente entre el hombre y Dios. Es un puente que el hombre jamás hubiese podido construir, es un puente que el hombre nunca podrá derribar. Dios edificó una entrada que nosotros no podíamos construir... para nosotros... y para usted.
Dado que el Señor Jesús erigió un puente de amor para que usted se reconciliara con Dios, es su turno de construir un puente de amor para alguien que está perdido y busca el camino a Cristo.





SERVIR ES SERVIR Y SERVIR CON AMOR A DIOS.

SERVIR ES SERVIR Y SERVIR CON AMOR A DIOS.
Que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados. Efesios 4:1.
¿Tiene idea de cuán supremo llamamiento es servir a Cristo?
Pablo dijo "Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Ef. 2:10). También dijo "Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" (Ef. 4:1).
En los tiempos antiguos, a un vencedor en los juegos olímpicos se le preguntó una vez: "Espartano, ¿qué ganarás con esta victoria?" A lo que respondió: "Señor, tendré el honor de luchar en la línea del frente para mi rey". Que esa sea su respuesta al llamado de su Rey.
SERVIR EN MUCHOS ASPECTOS, PERO SERVIR A DIOS, AL SERVIR AL PRÓJIMO.
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo BUENO delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres” (Romanos 12:17-18).
Cierto pastor sirvió en una congregación por muchos años, pero un día le pidieron que se fuera. Él conversaba con un amigo pastor y le dijo: “Lo que me hicieron fue injusto. Después de todo lo que hice por ellos, y me trataron de esa manera.” El amigo, que mencionaba esta conversación, observó: “Fue una pena que no lo haya hecho por Dios.” Si usted está sirviendo a Dios en cualquier forma, no lo haga “por la gente”. Sirva al Señor. Si hace lo correcto, quizás la gente lo maltratará pero, ¿qué importa eso si usted está sirviendo al Señor? Dios demostrará su fidelidad y le recompensará por su obediencia. No se doblegue ante la amargura. Dígale a Dios lo que ha sucedido. Deje que Dios maneje el asunto en su tiempo. ¡Él lo hará!

Haga esta semana algo extraordinario por una persona completamente desconocida. Hágalo como una ofrenda fragante a Dios.