lunes, 9 de julio de 2012

ALIMENTO ESPIRITUAL QUE QUITA EL HAMBRE


Alimento Poderoso Para Un Pastor Que Tiene Hambre
Jehová es mi pastor; nada me faltará
En lugares de delicados pastos me hará descansar… Sal 23:1-2

 
Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
“Hermano Juan, yo alimento a otros todo el tiempo, pero nadie me alimenta mí.”  Por los últimos cuarenta años he escuchado este clamor de muchos pastores.  La mayor parte de pastores entienden cuan fácil es agotarse en el ministerio.  Todos saben que no se puede dar algo si no se recibe algo para dar.
 
David, el pastor joven que más tarde llegó a ser rey, entendió esto también.  El sabía lo que era la soledad. Experimentó el hambre espiritual, y como todos David precisaba aprender que solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades más profundas.  Muchos pastores muy conocidos han tenido que aprender que a veces nuestro único maestro y pastor es Jesús.
 
La mejor noticia es que El  siempre está a tu lado.  El nunca falla.  Ni una sola vez.  David nos hace recordar que Dios nos ha rodeado con pastos delicados y verdes para nuestro descanso y confort. También esos pastos están allí para alimentarnos.  Cada día tienes abundante alimento y tu satisfacción es garantizada. No solo serás personalmente satisfecho pero podrás compartirlo con los que están cerca de ti.   Déjame sugerirte cuatros áreas de tu vida en las cuales debes buscar esos pastos frescos y verdes…   
    
LA PALABRA, dice el Salmista “cuan dulce son a mi paladar tus palabras” (Sal 119:103).  Job amaba la Palabra de Dios más que su pan cotidiano (Job 23:12).  Jeremías dice “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí.  Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mí corazón.” (Jer 15:16).  Al meditar en la Palabra de Dios, deja que el Espíritu Santo te fortalezca. 
 
LA FAMILIA Y LOS AMIGOS te alimentarán.  Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de un amigo (Pr 27:17).  Escucha con cuidado lo que otros te dicen.  Dios te hablará a través de ellos.  Mucha de mi fortaleza y ánimo he recibido de María quien frecuentemente comparte de lo profundo de su corazón.
 
JESUS MISMO te alimenta.  La Biblia dice que Jesús toca la puerta de nuestro corazón para que comamos con El (Ap 3:20).  Escúchalo a El mientras él habla corazón a corazón contigo.  El te dice cuanto te ama y cuan orgulloso se siente de ti.  Nos dice cuán nuevas son sus misericordias y su perdón cada día.  Dios muy cariñosamente nos invita a “estar quietos, y conocer que yo soy Dios…”(Sal 46:10).  Cuando estamos quietos, lo oímos hablar y Sus Palabras siempre son poderosas para nosotros.
 
EN PRESENCIA DE NUESTROS ENEMIGOS busca esa mesa preparada por El (Sal 23:5).  Es cuando confrontamos a nuestros peores enemigos, cuando peleamos nuestras peores batallas que Dios revela su presencia con gran poder.  Cuando te alimentas de su presencia serás como David ante Goliat.  No tendras temor.  Podrás decir “yo voy contra ti en el nombre de Jehová de los ejércitos.” (I S 17:45).
 
Este mes celebrarán las Olimpiadas en Londres.  Miles de atletas se alimentarán con lo que se llama barras poderosas antes de entrar en una competencia.  Estas barras poderosas te dan energía inmediata y fortaleza.  Te prometen una actuación superior.  Te llevan a la victoria.  Te digo que hoy tienes algo mucho mejor.  Tú tienes los delicados pastos del Pastor Jesús.  El adereza un banquete delante de ti.  Así que ¿por qué no gustar y ver que es bueno Jehová…(Sal 34:8).  Si así lo haces, nunca serás desilusionado.  Serás lleno con su sabiduría y poder para alimentar a otros con la Palabra transformadora de nuestro Dios todopoderoso.
 
985 – Cristo Como Pastor-- Dr. Juan Jauchen

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